Al terminar la segunda guerra mundial Alemania quedó dividida en cuatro sectores. Los tres sectores occidentales (estadounidense, francés y británico) dirigidos por un sistema de gobierno capitalista, pasaron a llamarse República Federal Alemana (RFA) y el sector oriental (soviético) dirigido por el comunismo, se convirtió en la República Democrática Alemana (RDA).
Las tensiones generadas desde los inicios de la segunda guerra mundial por la relación entre Estados Unidos y la Unión Soviética al representar estos dos sistemas de gobierno, fue el parteaguas que inició
la guerra fría tras la división de Alemania. La construcción en 1961 del muro de Berlín que dividió la capital del país, ha sido
un símbolo de esta guerra de ideologías políticas.
Tras 28 años de separación social en una misma entidad, la apertura de fronteras entre Austria y Hungría el 27 de junio de 1989, generó que cada vez más alemanes viajaran a Hungría para pedir asilo en las distintas embajadas de la República Federal Alemana. Este hecho motivó grandes manifestaciones en Berlín que llevaron a que, el 9 de noviembre de 1989 el gobierno de la RDA afirmara que el paso hacia la otra Alemania estaba permitido, lo cual provocó que miles de personas se reunieran en los puntos de control para cruzar y otras miles se abalanzaran contra en muro para tirarlo. Finalmente, el 03 de octubre de 1990 se firmo en el edificio prusiano Kronprinzenpalais el acuerdo de reunificación.
Este momento ha marcado la historia del país ya que representa cambios políticos y sociales que actualmente siguen siendo un reto para el gobierno alemán pues la reunificación de las dos Alemanias no sólo consiste en la firma de acuerdos o caídas de muros, sino en una integración social mucho más compleja de ideologías y modos de vida que llevan a al país a un desarrollo colectivo. Sin embargo, esto no significa que no podamos celebrar esta fecha como un día importante porque tanto para miles de familias alemanas como para los procesos políticos mundiales, este acontecimiento ha sido uno de los que ha marcado nuestra historia mundial.
Así que, a celebrar Prost!
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